miércoles, 27 de noviembre de 2013

"Carta blanca", como niños grandes


"¿Has visto que espectáculo tan maravilloso? ¡Mira qué repertorio de culos! Imagina si estuvierámos solteros..."

"Carta blanca" es una película dirigida por los hermanos Farrelly, que saltaron a la fama con la delirante “Algo pasa con Mary”, en la que se erigieron como reyes de la comedia tierna y a la vez escatológica, si es que las dos cosas a la vez son posibles. En la película de hoy, tratan con acidez y crítica la vida de dos hombres casados que necesitan, o eso creen ellos, un descanso en sus rutinarias vidas conyugales.

Rick y Fred son dos amigos casados felizmente, pero que añoran su época de juventud. Sus mujeres, en vista de que los amigos no dejan escapar la oportunidad de mirar a cualquier mujer que pase por delante de ellos, deciden darles una semana de carta blanca, es decir, podrán acostarse con todas las mujeres que quieran sin que ello tenga consecuencias para su matrimonio, como si estuviesen solteros de nuevo. Los amigos, muy animados en un principio, pronto descubrirán que lo que prometía ser una semana de desparrame no les va a ser tan satisfactoria como ellos creían.

La película critica con mucha gracia y sarcasmo a ese par de amigos que en un principio parecen dispuestos a comerse el mundo, para descubrir que sólo hay una juventud y la suya ya pasó hace tiempo. Por otro lado, sus mujeres también experimentarán la libertad sin el matrimonio, y que, sin ellas quererlo, van a tener mucho más éxito que sus esposos.


Los hermanos Farrelly consiguen una comedia que te hace mantener una sonrisa en el rostro en todo momento y tiene muchas secuencias memorables por lo hilarantes y desternillantes que resultan. La visita a la nueva casa de los amigos pijos, los brownies en el golf, el desmayo en la sauna, “la comida falsa” o la escena entre los títulos de crédito finales sirven como ejemplo de que los directores siguen en plena forma y que no han renunciado a aquello que les hizo reconocidos: humor escatológico y personajes que se comportan como críos, esto último llevado al extremo.

Respecto a los actores, lideran un comedido Owen Wilson, con un personaje que intenta mantenerse recto y ser responsable, dejando el desmadre y la locura a un impresionante Jason Sudeikis, siendo su papel y su actuación la mejor de la película. Como las mujeres de los protagonsitas están la guapísima Christina Applegate y una discreta Jenna Fisher. Por otro lado destacan enormemente las breves pero estelares apariciones de Richard Jenkins, Stephen Merchant y Derek Waters.


En cuanto a los directores, los hermanos Farrelly son populares directores que siempre han trabajado en el género de la comedia, haciendo aquí una de sus mejores películas, y no me asustaría decir que resulta mucho más desternillante que su obra más célebre, “Algo pasa con Mary”.

Hay que mencionar como se retrata a ese cúmulo de hombres que están cerca de la cuarentena y que tienen ya formada una familia y la vida hecha. Los hermanos Farrelly se burlan brillantemente de ellos, a la vez que les añade un poso de ternura y definirlos como lo que en realidad son: unos niños grandes que todavía no han madurado, pero que aún así tienen su corazoncito.

Por último, no me queda más que recomendar este divertido entretenimiento que se pasa volando, y que despertará más de una carcajada, así como alguna sorpresa cuando nos veamos reflejados en los personajes que desfilan por la película.

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