"La vida es mejor en compañía"
“Up in the air” es la tercera película del director Jason
Reitman, que cuenta la historia de Ryan Bingham, un exitoso hombre de negocios
cuyo actividad laboral consiste en despedir gente, volando de un lado a otro
para ejercer su trabajo. Su itinerante e inalterable rumbo de vida dará un
vuelco cuando dos mujeres se crucen en su camino: una joven trabajadora que
contrata su empresa para revolucionar el sistema de extinción de relaciones
laborales, y una mujer que conoce de forma casual y que le hará replantearse su
nómada estilo de vida. A esto hay que sumar la inminente boda de una de sus
hermanas, lo cual le hará reencontrarse con su familia, de la que se encuentra
bastante alejado.
Es una película que, en mi opinión, se nos vendió como la
típica comedia protagonizada por el galán por excelencia de Hollywood,
el siempre brillante George Clooney. Sin embargo, nos encontramos una película
que se aleja de esos estereotipos de comedia clásica, acercándose a otros más
modernos: la comedia “buenrollista”.
La película, si bien es verdad que narra una historia
de amor, también camina por otros derroteros contándonos de una forma muy
creíble y cercana la evolución de un hombre al que las circunstancias comienzan
a superarle, lo que se traduce en los dos personajes femeninos, comentados
antes, que aparecen en su vida:
- Alex Goran (Vera Farmiga), en el terreno sentimental, va a
alterar todo el ideario del que hace gala Ryan puesto que esta mujer, que
también pasa la mayor parte del tiempo volando, es alguien idéntico a él en el
género opuesto. Esto provocará en Ryan algo más que la inicial atracción
física, y haciéndole reflexionar sobre qué es lo primordial en la vida.
- Natalie Keener (Anna Kendrick), es la joven nueva empleada
en la empresa de Ryan, que propone cambiar el modelo de despido presente hasta
el momento, del que Ryan presumía y que formaba parte incluso de su identidad, que ahora se haría realizándolo mediante telecomunicaciones que supondrían un elevado ahorro a la
empresa. Mientras que Ryan se hace a la idea de pasar la vida en la tierra,
como uno más, Natalie descubre que a veces no basta con saberte toda la teoría
si no sabes aplicarla a la práctica.
En cuanto a los actores, destaca el siempre genial George
Clooney con un papel hecho a su medida, por lo que el actor y el personaje se
mezclan dando lugar a otra gran interpretación. Como compañeras de reparto, se
encuentran Vera Farmiga con un personaje con más secretos de lo que parece, y
Anna Kendrick dando vida a una chica muy tierna, y que hace fácilmente muy
identificable. También parecen bastantes actores de la clase A de Hollywod pero
en papeles muy breves, como Jason Bateman haciendo del odioso jefe de Ryan,
Zach Galifianakis y J.K. Simmons como trabajadores despedidos, o Sam Elliott
haciendo de piloto de avión.
El director Jason Reitman ya había triunfado
internacionalmente con su anterior “Juno” y con la muy satírica “Gracias por
fumar”. Aquí realiza un trabajo en el que vuelve a combinar la comedia con la
reflexión, dejando que la historia fluya mediante la evolución de sus
personajes. Aunque todas sus obras me parecen muy entretenidas y un soplo de
aire fresco en un género muy trillado como lo es la comedia, también tengo que
decir que me cuesta involucrarme en la historia, transmitiéndome una sensación
agridulce: sé que he visto una buena película, pero me deja bastante
frío.
Por último, hay que recomendar esta película por su peculiar
historia, por sus estupendas interpretaciones, y por dar un giro radical a esas
historias románticas del cine norteamericano.
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