jueves, 19 de diciembre de 2013

Momentazos del cine de 2013


No sé si es cosa mía o no, pero creo que el 2013 ha sido, en general, un año de gran calidad cinematográfica. Como no he visto todas las películas dignas de mencionarse, no sé si haré una entrada sobre las mejores, o sí al menos sobre aquellas que más me han gustado. Por el momento, os dejo con las escenas que más me impresionaron y más me han gustado de este 2013:




La cena en Candyland  de “Django Desencadenado”




Django y el Dr. Schultz por fin han encontrado a Broomhilda, y parecen haber llegado a un acuerdo con el odioso Calvin Candie, que la tiene a su merced, para comprarla y llevársela de la plantación. Sin embargo, el criado Stephen no ve con buenos ojos esta venta y cree que hay intereses ocultos en este negocio. Se lo hace saber a Candie. Entonces conocemos a Ben y su historia.


El aterrizaje en “El vuelo”




En la primera escena de la película, vemos al comandante Whip Whitaker recuperándose de una monumental resaca con un poco de cocaína. Horas más tarde tendrá que hacerse cargo de un vuelo. La lluvia y los problemas del motor no son buenos compañeros de viaje. El control se va de las manos y Whitaker tendrá que tirar de experiencia para hacerse cargo de la situación.


El salto imposible en Fast & Furious 6”




La banda de Toretto tiene que impedir que  el peligroso ex militar Shaw se salga con la suya. Para capturarle, tendrán que parar el imparable tanque que pilota. Letty va en el vehículo. Tras una frénetica persecución, el equipo consigue poner fin al rumbo del tanque, pero Letty sale despedida de él. Toretto se la juega y realiza la pirueta de su vida. 


El taxi de “Las brujas de Zugarramurdi”




Tras un espectacular y esperpéntico atraco en plena Puerta del Sol, un soldado verde, un cristo plateado y su hijo secuestran en su huida un taxi para dirigirse a Francia. Lo que no saben es que dentro hay un pasajero que quiere ir a Badajoz, un taxista experto en temas esótericos, y que de camino a su destino tendrán que hacer una parada en el pueblo navarro de Zugarramurdi.


La soledad en "Gravity"




Tras un imprevisto accidente justo el día antes de llegar a La Tierra, la doctora Ryan Stone queda aislada de su compañero Matt Kowalski, alejándose cada vez más y más de él. Se queda sola en el espacio, y Alfonso Cuarón nos hace partícipes de su agonía en cámara subjetiva durante varios largos e interminables minutos.


El desenlace de “Prisioneros”




Tras casi dos horas y media sufriendo por el paradero de dos niñas, la angustia de sus padres y la identidad de los raptores, al guionista se le ocurre otra vuelta de tuerca que tiene como protagonista al débil soplido de un silbato. ¿Loki lo ha oído o no? ¿Van a rescatar al sufrido Keller Dover? Empiezan los títulos de créditos, y el director nos deja con ganas de más. La escena del vídeo no es la del final, pero muestra bastante bien cuál es el opresivo tono de la película.


La toma del carguero en “Capitán Philips”




Tras un intento frustrado, la tripulación del “Maersk Alabama” está tensa, pero contenta porque parece haber pasado el peligro. Sin embargo, los piratas somalíes liderados por el escuálido Muse no se rinden y vuelven a intentar tomar el barco, esta vez con éxito; de esta manera, Muse le deja bien claro a Phillips quien es el capitán.


El bolito en “El consejero”




Reiner y el Abogado discuten sobre los pros y los contras de hacer negocios con narcotraficantes. Respecto a lo segundo, Reiner le explica al Abogado un curioso mecanismo infalible para matar que utilizan los narcos cuando las cosas no salen como deben. La escena en que comprobamos su efectividad en pantalla es una de las secuencias más brutales de la última película de Ridley Scott (y de gran parte el cine reciente).


Roll, Jordan, roll en “12 años de esclavitud”




Por no repetir la muy comentada escena del ahorcamiento, la mejor escena que refleja el calvario y la desesperación de Solomon Northup, es la del entierro de uno de sus compañeros, en la que un grupo de esclavos cantan la canción mencionada arriba. Al principio permanece callado y sólo escucha, pero luego no puede evitar emocionarse y empieza a cantar también, rompiéndose (y rompiéndonos) por dentro. Chiwetel Ejiofor, de 10.

¿Estáis de acuerdo con la selección? ¿Os sobra u os falta algún momento? ¿Cuáles son las escenas que rescataríais vosotros?

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