"Quiero salvar a los niños, ¡no destruirlos!"
Con estos peculiares títulos de crédito empieza una película
que creo que nunca ha recibido el trato que se merece. “¡Suspense!”, incomprensible
traducción del original “The innocents”, puede parecer una película de terror a
primera vista, pero que esconde lecturas muchas más profundas en su desarrollo,
y que ha influido en multitud de títulos que se realizaron a posteriori, como
sucede con “Los otros”.
La señorita Giddens es una mujer cuyos servicios solicita el
tío de una pareja de hermanos, Flora y Miles, que se han quedado sin
institutriz, por lo que el hombre pide a esta mujer que desempeñe ese cargo,
aunque pone una serie de extrañas condiciones: que jamás se le moleste ni que
se ponga en contacto con él pase lo que pase, pues esto es incompatible con
el nómada estilo de vida del que hace
gala.