jueves, 31 de octubre de 2013

"Capitán Phillips", secuestro en alta mar



“Soy flaco pero no soy un cobarde”

 “Capitán Phillips” cuenta la historia real sobre el secuestro de un buque carguero estadounidense por parte de piratas somalíes en aguas internacionales. Esta situación llegó a prolongarse durante cinco interminables días hasta que llegó a su fin. La película es una montaña rusa, con pocos momentos de calma, interpretada por dos soberbios actores y dirigida con mucho brío por el inglés Paul Greengrass.

La historia se inicia con  una parte un poco prescindible en la que observamos algunos de los momentos previos que el protagonista Richard Phillips y su mujer, una fugaz Catherine Keener, comparten antes de que el primero se eche a la mar. Justo después viene una secuencia mucho más interesante en la que conocemos a los piratas y el origen del futuro secuestro. El resto de la primera media hora sirve para que conozcamos a la tripulación del barco y a su capitán, y cómo transcurre un día normal dentro del barco. Sin embargo, cuando los piratas intentan llevar a cabo su plan, es cuando la película nos agarra y no nos suelta hasta que aparecen los créditos finales.

Hay muchas secuencias ejemplares dentro de la película, pero si tuviera que quedarme con una sería con el primer intento de secuestro por parte de los somalíes. La tensión con que se narra la escena, el conocimiento de (casi) todo el público sobre la historia, la cámara que te lleva de pleno a la aventura en alta mar, los actores que desaparecen bajo sus personajes… Son tantos los factores que hacen que nos agarremos a la butaca cuando sabemos lo que va pasar que sería muy poco amable no alabar semejante trabajo.


El director Paul Greengrass es famoso por el ritmo que imprime a sus historias y que muchas veces se contagia a la estabilidad de su cámara.  El director es famoso por sus entregas de la saga del agente Jason Bourne y sus cintas sobre históricos sucesos como “Domingo sangriento” y  “United 93”. Yo sólo he visto su anterior película, “Green Zone: Distrito protegido”, entretenida cinta de acción con otro tema muy actual y polémico: las inexistentes armas de destrucción masiva.

En cuanto a los actores, la película está liderada por un omnipresente Tom Hanks  dando vida al héroe de esta odisea. Hanks es un reconocido actorazo que, sin ser el típico galán, ha sabido hacerse hueco como una estrella de primer nivel, que, al fin y al cabo, es lo que es. La película podrá tener muchas diferencias con lo que sucedió en la vida real, pero eso no es óbice para negar el gran trabajo que realiza Hanks a lo largo de toda la película, sosteniendo casi todo el peso de la misma. Y digo casi porque esta película no sería tan grande si el actor que hace de su antagonista, el pirata Muse, no estuviese a la altura del actor norteamericano. Pero lo está, y vaya que si lo está. El actor somalí Barkhad Abdi, que además debuta en el cine con la cinta que nos ocupa, encarna a uno de esos malos que no son tan malos, con multitud de matices y que a veces nos hace replantearnos al lado de quién estamos en esta apasionante historia. Soberbio es el momento que protagoniza cuando toma el barco y le hace saber a Phillips quién es el capitán en ese momento. Por estas razones, no me extrañaría ver a ninguno de los dos siendo nominados a los principales premios cinematográficos de esta temporada.


Hay que resaltar el mérito del director al contar una historia difícil, muy emocionante, y ocurrida en la vida real, lo cual no impide que a pesar de conocer el final de la historia nos tenga dos horas y pico clavando las uñas en las butacas, lo que recuerda a “Argo” en este aspecto.

Por último, mencionar cómo el director no se posiciona a favor de unos y en contra de otros, puesto que parte de la culpa de la situación de Somalia es responsabilidad de la actitud del gobierno y de los mercados de Estados Unidos, lo cual también es de agradecer dado el maniqueísmo que impera en una gran cantidad de títulos actuales. Porque, para ser sinceros, ¿quién no cree a Muse cuando contesta a Phillips cuando el primero aclara al segundo sus dudas sobre la manera en que se gana la vida? “Puede que en América. Puede que en América.”


No hay comentarios:

Publicar un comentario