lunes, 3 de noviembre de 2014

"Rec 4", adrenalítico fin de la saga


"Ahora empieza la fiesta."

Apocalipsis. Ese es el título de la última entrega de la saga de zombis más lucrativa del cine patrio, un canto a la diversión, al terror y a la adrenalina en estado puro. El estreno de "Rec 4", según su director, Jaume Balagueró, culmina la aventura empezada hace siete años por él y por Paco Plaza en un edificio del centro de Barcelona. ¿Es esté es el fin que merece la saga? Esa pregunta la deberá responder cada espectador, pero en el caso del que escribe, lo que está claro es que el alma y la diversión que ha caracterizado a estas películas vuelve más fuerte y con mucho ruido.

Tras el edificio de las dos primeras entregas, y la boda más mítica y sangrienta que se recuerda en el cine español, “Rec 4” transcurre en un barco con especiales medidas de seguridad en el que se buscará responder a la pregunta que se planteó en la primera película: qué es y cómo se puede detener a la infección que vuelve a la gente zombis con inusitadas ganas de morder y matar. La película transcurre, en su mayor parte, unos días después del final de los sucesos ocurridos en las entregas previas, pues recordemos que los hechos de éstas transcurren al mismo tiempo prácticamente.


Tanto el director como la protagonista, al igual que algún que otro personaje dice durante en la película, venden la película como una gran fiesta, y la verdad es que una vez que arranca la autentica acción,  tras la infección de unos de los tripulantes, es una auténtica montaña rusa en el que se busca un todavía más alto, más grande, más fuerte. La pega es que la acción, con nuestros queridos/odiados zombis entrando en escena,  tarda más de lo deseable en hacer presencia.

Otro punto a recalcar es el cambio de tono. Las primeras entregas apostaban claramente por el terror y los sustos, y la puesta en escena basada en la técnica de found footage o “metraje encontrado”. En la tercera se siguió con este estilo, pero sólo durante los veinte primeros minutos, puesto que podría parecer demasiado forzado. También se decantó mucho más por el humor, consiguiendo frescura y renovación, y evitando síntomas de agotamiento. Está cuarta, si bien parece que quiere volver al tono  terrorífico de las primeras entregas, pero abandonando el found footage definitivamente, aunque hay que decir que no lo consigue. Sin embargo, se observa  que la cinta se posiciona por la acción adrenalítica pura y dura, no logrando apenas ni un susto, aunque la tensión y la atmósfera están muy logradas.

En cuanto a secuencias destacadas, hay que mencionar la introducción, que funciona como homenaje a la primera entrega, la aparición del “huésped”, el momentazo de la discusión con el mecánico del barco, y todas y cada una en las que aparece el grandísimo Hector Colomé. También es admirable la tensión que se palpa en el tramo final y como, aún así, está espléndidamente aderezada con gotas de humor, algo que ya es una marca de esta saga.


Respecto al apartado actoral, Manuela Velasco vuelve a la saga que le dio fama y un premio Goya tras el paréntesis de la tercera entrega, repitiendo el papel de heroína a la fuerza que es desde ya la mítica reportera Ángela Vidal.  Aunque pueda parecer que vaya a adueñarse de la función, comparte protagonismo y hemoglobina a partes iguales con Paco Manzanedo y Críspulo Cabezas, haciendo de los militares que la rescatan del edificio y ahora comparten cuarentena con ella. Hector Colomé aporta experiencia y saber hacer como el malo, o cara menos amable de la película, e Ismael Fritschi como contrapunto cómico y fan acérrimo de Ángela.

Jaume Balagueró vuelve a la dirección tras la excelente “Mientras duermes”, y a la saga zombi que creó junto a Paco Plaza. A pesar de no ser tan brillante como su anterior trabajo, Balagueró demuestra estar muy dotado para la acción y para que los zombis resulten  más amenazadores y reales, encomiándose a escenas muy físicas, pero dejando el terror y el miedo a un lado.

Para terminar, “Rec 4” supone un digno cierre de saga, aunque si quieren, tanto sus creadores como otros directores ajenos, siempre podrían volver a ella, pero esperemos que no, puesto tras cuatro entretenidísimas entregas, se nota cierto agotamiento. Eso sí, si queréis pasar un buen rato con zombis a la española, esta es vuestra película.

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