martes, 16 de septiembre de 2014

"El Niño", espectacular thriller sobre el narcotráfico



"¡Esto es el paraíso!"

"El Niño" es la última película de Daniel Monzón, director de la magnífica y premiadísima “Celda 211”. La película tiene como marco el narcotráfico que tiene lugar en el Estrecho de Gibraltar. La gran pregunta que todos nos hacíamos antes de que se estrenase era si Monzón alcanzaría al nivel de su película anterior. No sé si será mejor o peor, la palabra adecuada sería diferente, pero Monzón ha vuelto a entregarnos un producto excelente.

La película desarrolla dos tramas paralelas: por un lado, la de tres jóvenes que ven en el narcotráfico una manera rápida y fácil de ganar mucho dinero, y por otro, la investigación de los policías que buscan desenmarañar la red de drogas que se introduce por el sur de España y que sirve para “abastecer” a todo el país. Las dos tramas prácticamente ocupan el mismo tiempo la cinta y ninguna se superpone a la otra. Es tan interesante observar la facilidad con la que El Niño, el Compi y Halil se hacen autónomos como gomeros (los que llevan lanchas con fardos llenos de droga de un lado a otro del Estrecho),  y cómo, según se introducen en este mundo, van descubriendo que no todo es un camino de rosas, como la investigación policial en el que cada pequeño detalle y cada error que cometan los tres jóvenes es crucial para que la investigación avance.


También es de agradecer que el director nunca juzgue a sus personajes, sino que nos deja conocerlos y saber cuáles son sus motivaciones. Esto explica que, mientras la estaba viendo, en las incursiones que realizan los gomeros en lancha, no deseaba fervientemente que les pillaran; es más, a veces incluso me alegraba cuando se salían con la suya. De igual manera, también quiere uno que los personajes de Tosar, Lennie y Fernández sigan persistiendo y sigan avanzando pues el espectador también logra empatizar con ellos y desea que triunfen. Repito, enorme mérito de Monzón y también del coguionista Jorge Guerricaechevarría.

En cuanto a secuencias destacadas, hay que mencionar el monumental logro que supone hacer una película tan ambiciosa con un presupuesto de siete millones de euros, dando la sensación de que lo invertido es mucho más. Sirva como ejemplo de lo anterior las impresionantes escenas de las persecuciones en el mar entre helicóptero y lancha, donde el realismo es la baza que mas juega a su favor, y en las que Monzón se muestra como un director dotadísimo para la acción.

También hay que destacar como cada personaje, ya sea más secundario o más principal, tiene sus matices y es tratado con el mismo respeto que cualquier otro. A esto ayuda las numerosas dosis de humor que pueblan el relato y que logran hacer a los personajes mucho más identificables. No es que sea una comedia, ya que también hay numerosas escenas de máximo suspense, como esa negociación rehenes que tiene lugar cerca del final y de la que es mejor no contar nada. Sólo mencionar que la tensión que destila dicha secuencia, a pesar de la corta duración de la misma, se puede llegar a hacer insoportable.


En cuanto al apartado actoral, la película supone el debut de Jesús Castro, un joven gaditano que fue elegido de un casting de más de 3000 jóvenes y que se erige como cabeza de cartel de la que sea, probablemente, la película española más importante del verano. Castro solventa de manera muy correcta su papel y no sería de extrañar que estuviese nominado al mejor actor revelación en la próxima ceremonia de los Premios Goya, galardón que ya ganó hace unos años Jesús Carroza, y que, como El Compi, realiza la mejor actuación de toda la película y que eclipsa a todo aquel que se atreve a compartir plano con él. El Goya al mejor secundario debería llevar su nombre.

En el lado de los policías, Luis Tosar vuelve a destacar con un gran papel que no es tan carismático como su mítico Malamadre, pero que confirma que, si los malos se le dan como nadie,  en lo de hacer de bueno también sabe un rato. Le acompañan en papeles más breves otros dos portentos de nuestra cinematografía como Eduard Fernández y Sergi López, y Bárbara Lennie repitiendo como agente de la ley tras la serie “Cuenta atrás”. La estrella internacional, Ian McShane, sale demasiado poco para el bombo que se le ha dado, probablemente haya sido cosa de la postproducción.


Daniel Monzón coescribe y dirige de nuevo otro estupendo thriller tras la carcelaria “Celda 211”, y se alza como uno de los mejores directores que tenemos en ese género que ahora explotamos tan poco aquí como es el thriller. Con Urbizu, Alberto Rodríguez que pronto estrenará “La isla mínima”, y Monzón, tenemos talento y cine para rato. En cuanto al guión, si hubiese que ponerle alguna pega, es ese final un pelín complaciente tras las tensas dos horas que hemos visto, pero que en parte le da al espectador lo que pide.

Para finalizar, recomendar a todos aquellos que estén ávidos de cine de calidad, de acción, de toques de comedia, de buenas actuaciones y de dos horas que se pasan volando, que se acerquen al cine más cercano y comprueben el porqué del éxito de este “Niño”.

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